El potencial de las biodiverciudades
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Retomando los aportes del primer conversatorio Recive-Colviveros sobre Tendencias en Infraestructura Verde, realizado en días pasados en la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá, compartimos la perspectiva que Diana Wiesner compartió con los participantes en torno al potencial transformador de la infraestructura verde y azul en el contexto del Plan Bogotá reverdece 2022-2035. Para la reconocida arquitecta y promotora de la Fundación Cerros, la necesidad de naturaleza es un asunto de salud pública que pone al viverismo y a la infraestructura verde en la mejor situación posible. Estamos asistiendo a una tendencia global para incluir más naturaleza, más sistemas verdes en las ciudades, lo que representa un reto pero también una oportunidad para generar toda una nueva dinámica, porque la conservación no tiene necesariamente que ir en contra del desarrollo.
En el caso de Bogotá, cerros, parques, arborización urbana y sistemas hidrológicos deben concebirse para generar una sana convivencia entre paisajes predecibles (artificiales) e impredecibles (silvestres). Debemos como sociedad dinamizar cada oportunidad que representen procesos de arborización urbana en términos de biodiversidad, y seguir en todo el país el ejemplo de ciudades como Barranquilla que ya forman parte de la tendencia de Biodiverciudades, aquellas que integran la biodiversidad local y regional en todos sus procesos de planeación como esencia del desarrollo.
Un primer paso, más allá de las posibilidades de acción legislativa, parte del viverismo y de los generadores de la infraestructura verde para impulsar especies nativas que permitan la sostenibilidad de los procesos de transformación de la arquitectura del paisaje y lograr la meta de contar con un 1 millón de nuevos árboles, 1 árbol por cada 3 habitantes. Los cerros constituyen una mega oportunidad, una franja de adecuación de 450 hectáreas que aportarían 1 metro cuadrado adicional de área verde cuadrada por habitantes a esa meta. Por otra parte, la arquitecta Wiesner resalta la necesidad de “cosechar el agua” para que también forme parte de la estructura ordenadora. Los cerros y el río deben complementarse y ser parte de ese ordenamiento. Bogotá necesita no sólo más áreas verdes sino parques asociados al agua, deltas artificiales, sistemas anfibios y camellones de cultivo, para recuperar el entorno natural y las praderas nativas que existían antes de la llegada de los españoles.
Recive y Colviveros, se han propuesto trabajar colectivamente, junto con Miguel Angel Cárdenas, Diana Wiesner y muchos actores más para germinar la conciencia de la biodiversidad urbana. Reverdecer entonces ciudades como Bogotá, fomentar más sistemas verdes y alcanzar la meta de vivirla con los pies, la ciudad de los 15 minutos, y percibirla con los sentidos para tener, con más naturaleza una mayor calidad de vida, es sin duda un desafío enorme que demanda la participación de un colectivo totalmente articulado. Actuar juntos significa alinear la oferta con la demanda, el trabajo de los viveristas con los paisajistas, y la gestión del gremio con las autoridades que deben legislar para generar un cambio, más que esperado, necesario.
La primera vuelta presidencial
Nos acercamos a uno de los momentos más importantes que tenemos como sociedad. El próximo 29 de mayo de 2022 se realizará la elección presidencial para el periodo 2022-2026. Para ganar en primera vuelta y escoger Presidente y Vicepresidente de Colombia, la fórmula ganadora deberá contar con la mitad más uno del total de votos válidos. De no lograrse este objetivo, el 19 de junio de 2022 se realizará una segunda vuelta entre los dos candidatos con mayor votación.
Colviveros invita a la cadena viverista del país a participar en este contexto democrático. No dejemos que unos pocos decidan por todos.
Atentamente,
Jairo Cadavid Ossa
Presidente
Colviveros
